Alguna vez te has preguntado: ¿Cómo fijar un nuevo hábito? Sin duda que sí. Al decir verdad, fijar un nuevo hábito puede ser muy sencillo o muy complicado. Sencillo si se trata de un mal hábito. Complicado si se trata de un buen hábito. Es más fácil desarrollar un vicio, que una virtud. Y cuando ya hemos adquirido ese mal hábito y, en algún momento nos damos cuenta que nos está haciendo daño y tratamos de quitárnoslo, el reto se hace mucho más cuesta arriba. Por eso los expertos en el tema de los hábitos recomiendan que más que quitarnos un mal hábito, hay que sustituirlo por uno mejor hábito.
Maxwell Maltz, autor del libro Psico Cibernética recomienda que para formar un nuevo hábito es necesario establecer un lugar y una hora y, ademas sugiere que se necesitan al menos 21 días para fijar un nuevo hábito.
Uno de los hábitos que muy pocos cultivan es el hábito de la lectura, es más fácil habituarnos a ver televisión, tener el celular pegado a nuestras manos o cualquier otro pasa tiempo, que ocuparnos en la lectura. De hecho, uno de mis propósitos al escribir mi libro 21 Hábitos de un verdadero adorador, es precisamente ayudar a las personas a fijar el hábito de la lectura.
Como en cualquier otro tema, la Biblia siempre tiene algo que decir. En su primer epístola a Timoteo el apóstol Pablo nos da un gran consejo al respecto:
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza (1 Timoteo 4:13)
Acá está mi punto:
Fijar el hábito de lectura requiere intencionalidad.
No basta con tener buenas intenciones, hay que ser intencional. Pablo le recuerda a su discípulo Timoteo que debe ocuparse, entre otras buenas cosas, en la lectura. Luego agrega: ..»en la enseñanza«. Eso me hace pensar que antes de enseñar debemos ocuparnos en la lectura. Hay muchos que pretenden ser maestros pero no se han ocupado en la lectura.
El hecho de que Pablo le dé el consejo a Timoteo de «ocuparse en la lectura«, sugiere que es más fácil ocuparnos en cualquier otra cosa que no sea de pasar tiempo con un buen libro, incluso para aquel discípulo de la iglesia primitiva. Por eso, para fijar el hábito de la lectura se requiere intencionalidad.
Quizá tú no tengas el hábito de la lectura. Probablemente te parece aburrido, te baja sueño o te da dolor de cabeza cuando pretendes leer, quizá tu excusa sea la falta de tiempo. Cualquiera que sea la razón por la que no acostumbres leer, nunca es tarde para empezar. Hoy es un buen día par comenzar a fijar el hábito de la lectura. Hoy al igual que Pablo te aconsejo: «ocúpate en la lectura«.
Puesto que para fijar el hábito de la lectura se requiere intencionalidad, te recomiendo los siguientes ejercicios:
- Establece un lugar fijo para ocuparte en la lectura. Podría ser tu habitación, el jardín, la sala, tu carro, etc.
- Define un horario, es decir una misma hora.
- Programa alarmas en tus dispositivos, para que te recuerden tu hora de lectura.
- Si no tienes la costumbre de leer, los primeros días bastará con que en ese mismo lugar y a esa misma hora, simplemente abras el libro y te quedes unos minutos viéndolo.
- Lleva un libro a donde quiera que vayas y, usa los tiempos muertos para ocuparte en la lectura. Mientras esperas que el médico o el abogado te atiendas, mientras esperas el bus, en lo que te sirven la comida, etc.
El reconocido autor John Maxwell dice que la diferencia de lo que somos hoy con lo que seremos en 5 años está determinado por dos factores: los amigos con quién pasemos tiempo y los libros que leamos. ¡¿Te imaginas la clase de persona que seremos si a partir de hoy empezamos a ocuparnos de la lectura?! Sin duda alguna, seremos mejores personas, gente que agrega valor a otros.
Descarga GRATIS una muestra de mi libro 21 Hábitos de un verdadero adorador haciendo clic en la imagen de abajo.
0 comentarios