El coronavirus, es sin lugar a dudas el tema del momento en todo el mundo. Antes del 1 de diciembre del 2019 que se desatara la pandemia en la ciudad Wuhan, China central, muy pocos conocíamos de su existencia. Sin embargo, hoy el tema de conversación en todos los círculos es el coronavirus. Empezó en China, se extendió a Europa , ya hizo su arribo en America y recientemente debutó en Guatemala. Las noticias alarman a las masas y les hace cometer locuras. Comprar y vender a la loca ha hecho que los estantes de los super mercados se queden vacíos, la bolsa de valores se desplome y la incertidumbre se adueñe de los corazones de las personas.
En tiempos de incertidumbre y temor es importante prestar atención a las fuentes correctas. Puesto que hay muchas voces que se levantan aprovechando que el rio está revuelto, vale la pena considerar lo que Dios tiene que decir al respecto. Sin embargo, es muy importante discernir entre quién realmente habla de parte de Dios y quién solo pretende hablar de parte de Dios.
En los recientes días he oido en la redes sociales a personas decir cosas como por ejemplo: “los cristianos somos inmunes al coronavirus, porque estamos cubiertos con la sangre de Cristo”, “suspender los cultos, es falta de fe”, “las plagas de Egipto no afectaron al pueblo de Israel y el virus tampoco nos va a afectar”, «Cristo viene ya» y un sin fin de locuras que solo refleja la ignorancia de las Escrituras.
Surge entonces la pregunta: ¿Somos los cristianos inmunes al coronavirus? Y la respuesta puntual la tiene Dios en la Biblia.
“Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, a todo el que padece de flujo y a todo el que es inmundo por causa de un muerto. Echaréis tanto a hombres como a mujeres; los echaréis fuera del campamento para que no contaminen su campamento, donde yo habito en medio de ellos”. (Números 5: 2-3)
Acá está mi punto:
El principio de la cuarentena lo estableció Dios, obedecer nos hará bien.
En el contexto de este verso hay muchos eventos alrededor: Dios sacó con gran poder a su pueblo de Egipto, después de una serie de plagas de las cuales también su pueblo padeció, con excepción de algunas otras de las que fueron librados por obedecer las indicaciones de Dios a través de Moises. Estando fuera de Egipto, Dios establece normas de salubridad, aún estando Él en medio de ellos. Leyes con relación a la menstruación, enfermedades como la lepra, el flujo de semen, etc., las cuales tenían el propósito de salvaguardar la salud de todo el pueblo.
¿Acaso, la Presencia de Dios no podía impedir que la infección de una persona no se extendiera a todo el pueblo? Sin duda que sí. Dios hizo milagros mucho más asombrosos que simplemente quitar la infección que provoca el ciclo menstrual de una mujer. Sin embargo, en lugar de hacerlo Él, estableció normas higiénicas para que su pueblo las observara y así evitar un contagio colectivo. Lo hizo a través de la cuarentena.
Según era la la probabilidad de contagio así eran las medidas de la cuarentena. En el caso natural del ciclo de la mujer las medidas, aunque extremas para nosotros hoy, eran mínimas en comparación a un flujo enfermizo, a la lepra la cual era altamente contagiosa.
Dios estableció en su Palabra principios que si los practicamos tienen el poder de salvar nuestras vidas. No es falta de fe seguir las indicaciones que las autoridades, las cuales fueron puestas por Dios, están aconsejándonos. Por el contrario, presumir de nuestra fe e ir en contra del sentido común no da gloria a Dios, sino que tienta a Dios y atenta contra nuestra vida, la familia y la comunidad.
Así que: si el principio de la cuarentena lo estableció Dios, obedecer nos hará bien.
Ante la amenaza del coronavirus te sugiero lo siguiente:
- Calma, no permitas que el miedo se apodere de ti.
- Infórmate pero no te asustes.
- No compres a la loca lo que realmente no necesitarás.
- Procura fortalecer tus defensas. Te recomiendo que tomes un tratamiento de DKC.
- Cuida tu higiene personal.
- Sigue las instrucciones de las autoridades.
- Mantén y fortalece tu fe. También nuestro sistema de fe necesita ser fortalecido, aprovecha este tiempo en casa para orar, leer la Biblia y un buen libro, escuchar música cristiana y tener acercamientos con tu familia.
Estoy completamente seguro que el coronavirus no es para muerte sino para que el nombre Dios sea glorificado. Así que vístete de fe porque Dios esta en control.
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